Aunque se trata de uno de los sistemas preferidos de los usuarios, Microsoft ha tomado la firme decisión de retirar cuanto antes a nuestro querido Windows 7. El pasado 30 de octubre dejó de vender el sistema operativo y dentro de un año, ya en 2014, no se ofrecerá en dispositivos nuevos. El objetivo es impulsar al recientemente estrenado Windows 8.1.
Sin hacer mucho alboroto, Microsoft trabaja para quitar a Windows 7 de su ecosistema lo antes posible. El apreciado sistema operativo no tendrá la suerte de Windows XP, que dejará de tener soporte definitivo el 8 de abril de 2014, luego de 13 años activo. Se trata, sin duda, de dos de las versiones más valoradas del popular sistema.
Windows 7 se estrenó en octubre de 2009, dejó de venderse el 30 de octubre de 2013 y en esa misma fecha pero de 2014 dejará de ofrecerse instalado en ordenadores. Así las cosas, el sistema contará con cuatro años de vigencia, apenas uno por encima de Vista. La intención de la compañía es impulsar Windows 8.1, una actualización que ha tenido mayor aceptación que la primera versión y ha corregido muchos de los problemas que reportaron los usuarios.
Sin embargo, Microsoft deja abierta la posibilidad de alargar el ciclo de venta de ordenadores con Windows 7 preinstalado, pero no como software en sí bajo ninguna circunstancia. Es una pena, ya que muchos de nosotros disfrutamos del sistema, mucho más que de la nueva versión.
Según datos relevados por Net Applications, Windows 8 tiene una cuota de mercado del 6,6 por ciento, mientras que 8,1 se conforma con el 2,64 por ciento. Windows XP, con más de una década de vigencia, mantiene más del 30 por ciento y el amor incondicional de millones de usuarios.